Mi pasión por la música

He de reconocerlo, me encanta la música, me gustan todos los estilos, pero me gusta, sobre todo, los cantautores españoles como Joaquín Sabina, del que tengo una especial predilección, por sus canciones que me parecen muy buenas, todas en general, y en especial sus éxitos más populares. Hay otros solistas y grupos que en mi opinión son de escuchar con gratitud, nacionales y extranjeros. Como los españoles: un pingüino en mi ascensor, Loquillo y Los Trogloditas, Alaska y los Pegamoides, que después pasaron a llamarse, Alaska y Dinarama, también estaba Radio Futura, todos estos pertenecientes a la llamada movida madrileña, que tuvo su época dorada en la década de los 80. 

En los años 90, hubo lo que se conoce la ruta del bakalao, que consistía en una ruta de discotecas, al que llegaba gente de toda España, y se pasaban el fin de semana de sala en sala y consumiendo lo que se dio a conocer como drogas de diseño, también llamado extasis y otras sustancias. Más bien en los 80 hubo una insana costumbre extendida entre la juventud. Que fue la eclosión de las drogas en España, se inyectaba en vena, como la heroína, llamada el caballo, que se llevo por delante a muchos jóvenes. Volviendo a la música, paralelamente a la movida, habían otras músicas como grupos, mocedades que venían de Euskadi, Sergio y Estibaliz, José Luis Perales, gran cantautor, Luis Eduardo Aute. Fallecido recientemente por covid. Y otros genios de la música, como el desaparecido Antonio Flores.