Por fortuna somos muchas las personas que amamos y
respetamos a los animales. Esos seres que tan agradecidos son y lo dan todo por
nada.
Para todos aquellos que los
desprecian, no tienen cabida ni en mi vida, ni en este artículo.
Son tan fieles y dependen
tanto de nosotros que son una gran responsabilidad. Se convierten en uno más de
la familia y merecen de toda nuestra atención.
Yo ahora estoy especialmente
sensibilizada porque mi perrita que ya tiene catorce años, fue operada hace
poco. Le extirparon dos tumores y tres mamas. Y cuando ya empezaba a estar
bien... le ha salido un bultito que de momento sólo hay que controlar que no
crezca porque si no tendrían que volver a operarla, y sólo de pensarlo... uff
es que sufrimos tanto la otra vez... Bueno prefiero pensar en positivo, que el
bulto no le crezca y aunque sea mayor siga estando tan contenta como hasta
ahora.
Quizá haya gente que no lo
comprenda, pero se les llega a querer mucho y aunque somos conscientes de que
no van a vivir muchos años nos cuesta hacernos a la idea y afrontar la
despedida.
En mi caso he hablado sobre
perros, por propia experiencia, pero lo mismo es para todos los animales.
Granjas donde los maltratan, circos, corridas de toros, experimentación, etc. ¿Por
qué no podrán dejarlos tranquilos? El caso de España es verdaderamente
vergonzoso y grave; los refugios y perreras están saturados, les llegan a tirar
los perros por las vallas de las instalaciones, una verdadera barbaridad.
En sitios como en Holanda en
las perreras no tienen más que pajaritos, ni un sólo perro o gato abandonado,
tienen ambulancias y policía que vela sobre su bienestar, aquí estamos a
cientos de kilómetros de ellos, nuestras perreras y refugios están abarrotados
de animales abandonados y la gente sigue comprando, en lugar de adoptar, con la
falta que hace.
Aquí en el Cris, vamos a
tocar este tema en la semana cultural.
Para todo aquel que le apetezca está invitado.
Blanca.