Como el poeta solitario que busca camino en su armario,
loco de angustia, febril, desencajado, ávido de amor,
sin encontrar el verso que guardó en el bolsillo
del abrigo de paño, hace ya un año.
Yo tenía un amor en el bolsillo,
una declaración de puño y letra,
tu puño y letra querida.
Aunque yo soy un hombre pobre
y por qué no, un pobre hombre
estoy seguro de quererte a ti,
que de pobre mujer no tienes nada,
y por eso mismo me buscaste a mí,
pobre gorrión caído de su nido.
A ti, precisamente a ti,
me atrevo a llamarte amor.
Ana Á.
20/03/2025
Que poema más íntimo!!
ResponderEliminar