Buenos días, en el
artículo de hoy vamos a hablar de un movimiento terapéutico que
tuvo gran auge en la segunda mitad del siglo XVIII. Nos referimos al
mesmerismo o magnetismo animal.
Franz Anton Mesmer fue un
médico alemán y la principal figura de lo que se conoce como
"magnetismo animal", más tarde también conocido como
mesmerismo. Este autor propuso que todo el universo estaba
principalmente compuesto de un fluido, en ese fluido, se encontraba
la clave para el tratamiento de las enfermedades. Según esta
doctrina las enfermedades eran causadas por nudos que se producían
en el cuerpo impidiendo la correcta circulación de este flujo. Por
medio de esta terapia se lograba equilibrar el flujo entre los
pacientes curándose de esa manera la enfermedad. Al principio empleó
imanes para reequilibrar las energías pero más adelante pensó que
las personas podían ser tratadas mediante las manos o la mirada.
También empleó una cuba magnética para tratar a varios pacientes a
la vez.
Las prácticas de Mesmer
pronto cobraron una gran importancia entre la clase alta. En París
corrió la voz de cómo los pacientes que eran tratados
experimentaban un trance. Según los relatos, con los movimientos de
las manos los pacientes se desmayaban, gritaban además de que
comenzaron a circular los rumores acerca de la restauración de la
salud en aquellos que se habían sometido a este método. Pero
también entre los pobres y los más desfavorecidos pudieron
beneficiarse de las prácticas de Mesmer aunque en ese caso la
terapia se hacía en el campo por medio de los troncos de los
árboles.
Dentro del gran auge que
tuvieron sus prácticas cabe mencionar que su labor despertó el
recelo entre algunas personas de su entorno, incluso le llegaron a
considerar como un simple chamán sin fundamento científico. Más
tarde Mesmer pidió que sus prácticas fueran evaluadas por la
ciencia. El gobierno francés nombró una investigación con
importantes médicos e intelectuales de la época y la decisión fue
en contra de Mesmer y sus ideas. Se partió de la idea de que la
clave era la imaginación y no el magnetismo, incluso se pensó que
tal sustancia no existía y lo que era importante era la sugestión.
Mesmer pasó sus últimos días en Mersburgo y murió el 5 de marzo
de 1815. Por último cabe destacar curiosamente que sus trabajos
tuvieron gran importancia en el hipnotismo y el posterior
psicoanálisis.
Para mas información
podeis consultar los siguientes enlaces:
Un artículo muy interesante, desconocía del tema completamente.
ResponderEliminarUn artículo sobre los inicios científicos del mesmerismo.
ResponderEliminarEdgar Allan Poe escribió en una de sus novelas sobre el mesmerismo.