30N Dia mundial de lucha de los trastornos de la conducta alimentaria

 Es difícil hablar de este tema y más si lo has sufrido en primera persona como me pasa a mí.

La sociedad se piensa que un TCA es una chica en infrapeso, pero no, no depende del cuerpo depende de la mente. Un TCA no implica el no comer o comer demasiado, o en vomitar o no. Hay muchas cosas más, como miedo a comer, ansiedad, depresión, llorar ante la comida, hacerte experta o experto en calorías. Si es cierto que hay un mayor porcentaje de mujeres con problemas alimenticios, pero los hombres también lo sufren, pero de eso no se habla, igual que no se hablan de los problemas psicológicos que acarrean estos trastornos o de sus consecuencias aún habiéndote recuperado. Porque en realidad nunca te recuperas del todo y de eso tenemos que ser conscientes.

Ahora te cuento mi experiencia, experiencia que no elegí, no como se piensa. A mí me premiaban o castigaban con comida, creo que ello me encauzó al camino de mi destrucción. Comencé a restringir desde los 9 años y sufría cada día de hambre, pero al menos controlaba algo en mi vida, o eso creía y  conforme fui creciendo, el odio a la comida también creció, creció el miedo a comer, las matemáticas antes de comer (si es que comía), el mirarme en el espejo y no ver mi cuerpo como en realidad era, hicieron crecer  los problemas físicos (sí, hay problemas de salud física). No sabía cómo iba a salir de este pozo, pero realmente no quería, no sirvieron ni las clínicas, ni los apoyos que me encontré por el camino, que aunque fueron pocos eran fuertes. 

Por mucha ayuda que te brinden si no quieres salir no saldrás. Hubo un clic en mi cabeza cuando me di cuenta que bajé 45kg en casi un año. Nunca me dejaron ver mi peso, pero hubo un día (que recordaré toda mi vida) En el que por el cansancio de la persona que me acogía decidió darme un choque de realidad, sus palabras me marcaron : ¿no quieres comer? pésate y vuelvo a preguntarte, ya que estás matándote. Yo le aseguré que no iba a comer,  pero vi el peso y algo se rompió en mí  y solo me salió llorar y prometerme que iba a cambiar. Entonces sí, con ayuda empecé a comer, empecé a mirarme en el espejo, empecé una lucha interna que más tarde daría unos frutos que no esperaba. Frutos de los que me siento orgullosa.

Hay algo que no te cuentan y son las consecuencias psicológicas después de la recuperación , odié a quienes no me lo contaron pero a día de hoy ¿sabéis qué? , que se lo agradezco porque si no nunca hubiese salido de ahí y además los puedo sobrellevar.

Ahora aún con sobrepeso, aún con traumas con la comida, aún sin poder gustarme, tengo claro que no voy a caer en lo mismo , sería dañarme demasiado, perder a personas que quiero y empeorar mis síntomas. Porque mi vida no depende solo de la comida y siempre hay otros modos.

Tengo recaídas, pues me refugio en la comida cuando no quiero sentir, es como las autolesiones, una droga, pero estoy aprendiendo otros modos de afrontamiento.

No te voy a mentir , si estás pasando por esto va ser muy duro, vas a sentir ganas de rendirte, tu autoestima no aumentará enseguida, sé que no has elegido estar así, se que pensabas que controlabas, sé que te crees que la comida es un archienemigo, pero no es así , jamás controlaras la comida, si no que ella te va a controlar. Sé que es muy difícil salir, pero si yo he podido, tú también, a pesar de las consecuencias vale la pena, vale la pena poder volver a llevar una vida normalizada, poder relacionarte, poder vivir, poder reír, poder volver a tener sueños y metas e incluso ser feliz. No hagas caso a los comentarios, no hagas caso a quien quiere decidir por ti, decide tú y pide ayuda, yo te quiero viv@, no sobreviviendo.

                                    SI NO ES TU CUERPO

                                    SI NO ES TU LUCHA

                                     NO OPINES

                                                                                    GRACIAS.