lunes, 12 de marzo de 2018

SALUD Y ENFERMEDAD

Saludos a todos. En el artículo de hoy vamos a hablar acerca de salud y enfermedad. A diferencia del pasado hemos pasado de una concepción distinta de lo que significa tener buena salud o enfermar. En los últimos años se han realizado múltiples estudios en analizar qué variables pueden influir en que las personas gozen de buena salud o enfermen.

El secretario de salud, educación y bienestar en EEUU Califano señaló en su informe que cada persona tenía su responsabilidad individual en el mantenimiento de la salud. Se empezó a observar una tendencia en la que el individuo era responsable de su propia salud y de su pérdida si este no se adecuaba a los estándares de vida saludable. Esto podía parecer en cierto sentido una visión moral de la promoción de la salud en la que se transformaba a los enfermos en culpables. El autor Becker declaró en este sentido “la implantación de una tiranía de la promoción de la salud que promocionaba a toda costa un estilo de vida saludable”.

Evidentemente existen condicionantes que no podemos controlar a la hora de que se manifieste una enfermedad pero con nuestros hábitos podemos evitar o minimizar problemas de salud venideros. Destacar en primer lugar los términos “patógeno conductual” e “inmunógeno conductual”. El patógeno conductual se refiere a comportamientos que incrementan la probabilidad de que la persona enferme como por ejemplo el sedentarismo mientras que el inmunógeno conductual se refiere a comportamientos que permiten reducir el riesgo a enfermar y conservar así su salud por ejemplo una dieta equilibrada.

Algunos estudios han analizado qué hábitos de vida están relacionados con un mejor estado de salud los cuales eran:

  • Dormir 7/8 horas diarias
  • Desayunar diariamente
  • No tomar alimentos nunca o casi nunca entre comidas
  • Mantenerse en el peso adecuado a la talla o próximo a ella
  • No fumar
  • Tomar alcohol moderadamente o no hacerlo
  • Practicar una actividad física regular

Pero por otro lado hay una serie de obstáculos que pueden impedir que adoptemos una actitud preventiva:

  • Las personas de nuestro entorno más cercano pueden influir en nuestros hábitos como el caso del tabaco donde vemos que una persona puede fumar en presencia de sus amigos o incluso puede tener padres fumadores.
  • La percepción del síntoma de cada persona puede influir. Por ejemplo un fumador puede empezar a toser y debido a esto piensa que debe dejar de fumar en respuesta a esa señal que puede indicar un problema físico pero más tarde puede retomar el hábito o por otro lado puede hacer esfuerzos en dejar el hábito
  • Los estados emocionales pueden influir también por ejemplo en la ingesta de la comida, volviendo al ejemplo del tabaco los estados de ansiedad o aburrimiento pueden ser potenciales desencadenantes de la conducta de fumar.
  • Las expectativas de las personas relacionadas con la vulnerabilidad en ocasiones son poco ajustadas. Las personas en general ven el futuro de su salud de un modo excesivamente optimista y poco realista provocando que no cuiden su salud.
  • Las conductas perniciosas como pueden ser fumar, beber en exceso, conductas sexuales poco seguras: llevan una gratificación inmediata mientras que conductas de salud beneficiosas como el deporte no se llevan a cabo debido a que requieren un esfuerzo por parte de la persona además de que la gratificación llega más tarde. Si entran en conflicto se opta por las conductas perniciosas.
  • Determinados estándares de nuestra sociedad como llevar una vida cómoda (sedentario en ocasiones) o cargarnos de estrés para alcanzar el éxito y tener cada vez más, pueden afectar a nuestra salud.

4 comentarios:

  1. Hoy en día sabemos más para llevar hábitos de salud correctos, hay más información y puede estar al alcance de todos. Pero tenemos que proponernod llevar conductas higiénicas para la salud.

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  2. Es un buen artículo para la reflexión. Comparto que, hasta cierto punto, las personas somos responsables de nuestra salud. Es cierto que hay una parte de moralidad en la justificación de conductas poco saludables; también podríamos hablar del azúcar o del aceite de coco o palma, productos estos en los que la mayoría de la gente está de acuerdo en su perjuicio para la salud pero para los casi que casi todos tenemos algún justificante para su consumo: sabor, economía, dificultad para encontrar sustitutivos.
    Es un tema sobre el que se debería generar mucho más debate. Es bastante conocida la frase "somos lo que comemos" que parece que proviene del filósofo alemán Ludwig Feuerbach que en su escrito "Enseñanza de la alimentación" afirmó que "Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come". Estoy completamente de acuerdo.
    Enhorabuena por el artículo.

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  3. La salud la podemos tener con hábitos en el comer, y pautas de vida.

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