Érase lo más bello del camino:
tus ojos.
En esos lagos donde ví
mi primer amor.
Laguna verde y transparente
Yo no sabía
que se puede amar de forma diferente
a la que yo solía.
Y ese sol vino sereno y susurrante,
sujeto al marco de mi ventana,
iluminando mi existencia,
llenó de pan valiente la mañana.
Amor de visitante, de vivir
intensamente, insistiendo
en el instante transparente
en el que vengo y voy viviendo.
Todo se iluminó, se hizo la luz,
la noche oscura se quebró
y el cielo se hizo azul.
4/9/23.
A.Álvarez.
Que poema más íntimo!!!
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