MIS
VACACIONES EN NORUEGA
I
Corría
el año 2014. Yo era un chico majo y simpático de 19 años. Me
llamaba Lucas. Estudiaba en el pueblo de Estantería. Estudiaba un
módulo de actividad física y deporte. Tenía un hermano mayor
llamado Pepe de 22 años y una hermana pequeña llamada Paqui de 16
años. Mis padres se llamaban Paco de 56 años y Vicenta de 51.
Éramos valencianos. Vivíamos en la localidad de Cuadros de Arriba.
Era
invierno. Había una ola de frío y llovía aquel día a cántaros.
Teníamos puesto la calefacción y el brasero varias horas al día.
Me acuerdo de aquella conversación que tuve con mi viejo:
-Papá
podríamos irnos de vacaciones a algún lugar turístico-.
-Y
mi padre me contestó: Tengo una gran idea-.
-Y
yo le afirmé: ¿Podremos irnos de vacaciones a algún lugar en el
que poder disfrutar de este tiempo tan fresquito?-
-Y
él me dijo: ¡Vamos a irnos de vacaciones a Noruega¡-
-Y
yo me alegré: -Tengo ganas de que mi amigo Edward vaya con nosotros.
Es muy buen chico, seguro que lo pasamos en grande con él-.
Y
nada, era ya pleno enero. Nos pusimos ropa de abrigo. Hicimos las
maletas. Llamé por teléfono a mi amigo Edward. Era inglés. Y él
se alegró tanto que el día 2 de enero de 2014 fuimos en avión a
Noruega. El viaje a Noruega fue estupendo. No hubo turbulencias en el
vuelo. Nos dieron una galletitas de chocolate. Y también compramos
bebida. El viaje duró unas cinco horas. Elegimos un vuelo chárter y
económico. Era de la compañía Hispaniulis.
II
Cuando
llegamos al aeropuerto vimos a otro grupo de españoles que también
iban de vacaciones a Noruega. Dio la casualidad de que también se
hospedaban en el mismo hotel. Y sin haberlo pensado nos hicimos
amigos. Recogimos las maletas y fuimos a un hotel que había pedido
reservar mi padre Paco. Cogimos un autobús hasta un barrio de las
afueras de Oslo. El recepcionista sabía hablar español. Y así nos
hospedamos en Oslo.
Al
día siguiente, el 3 de enero empezamos a hacer cosas. Fuimos a la
pista de esquí más cercana a la capital noruega. Pedimos dos
telesquíes, uno para mis padres y mi hermano Pepe y otro para mí,
mi hermana Paqui y mi amigo Edward. Fuimos a una pista de esquí
facilita. Era para principiantes. De esas pistas que si no usas los
esquís para impulsarte te paras en mitad de la pista. Y así pasamos
ese buen día.
Al
día siguiente, el 4 de enero, fuimos a ver a papá noél. Aquí en
Noruega lo llaman Julenissen. Y vimos a un montón de niños
ilusionados por ver a la persona que les trae el día de navidad sus
regalos. Era una especie de cobertizo en el que predominaba el color
rojo de Santa Claus. También había alces y renos. Y vimos a la
persona recia que hacía de papá noél.
Al
día siguiente dimos un paseo por el centro de Oslo. Por la mañana,
nos fuimos a comer cosas calentitas como por ejemplo sopas. Y por la
tarde la pasamos en el hotel contando chistes como por ejemplo le
conté yo a Edward:
-¿Sabes
cómo cortan el jamón los japoneses?
Y
me contesta Edward: -¿Cómo lo cortan?-. Me contestó.
Y
yo afirmé: -A taquitos-.
Y
después de este chiste Edward se río mogollón. Y también le conté
este otro chiste a mi amigo: -¿Sabes cómo se llama pistola en
árabe?-
Y
mi amigo súperintigrado me contesta: -¿Cómo la llaman?-
Y
yo riéndome le suelto en chiste: -Se llama ahívalabala-.
Y
así, entre chistes pasamos esa tarde, de esta forma tan graciosa.
III
El
domingo 5 de enero fuimos a hacer turismo por Noruega. Vimos la
catedral por la mañana y por la tarde fuimos con los amigos que
hicimos el primer día, de pubs y Karaokes. Fuimos a un pub que se
llamaba Stragen en el que tomamos unos refrescos, unas Coca Colas. Y
por la tarde noche fuimos a un karaoke que nos gustó mucho porque
el dueño Peter sabía hablar español. Cantamos canciones de
nuestros cantantes favoritos. Y resumiendo, que lo pasamos en grande.
El
día 6 de enero, que era lunes, de madrugada nos fuimos de discoteca.
Por cierto ese mismo día me llamó un amigo de Valencia capital y me
alegré mucho porque en la lotería le había tocado 2500 euros. Y yo
le dije que cuando al día siguiente, el martes 7 de enero, volviera
a España lo celebraríamos como es debido. Bailamos un montón,
echamos unas risas y nos lo pasamos genial. Conocí a una chavala
argentina que estaba de muy buen ver y charramos un rato. Se llamaba
Lorena. Tenía 18 años y vivía en Oslo desde los 10 años. Después
bailamos un buen rato y nos dimos los teléfonos. Yo le dije que si
quería ir a España que me llamara. Y ese día a las 7 de la mañana
llegamos al hotel. Dormimos hasta que a las 13:30 nos levantamos para
ir a comer. Por tarde hablé un buen rato con Lorena.
IV
Y
mis vacaciones en noruega acabaron así. Pero no me puse triste.
Porque esa madrugada de miércoles 8 de enero volvía a estudiar mi
módulo de Actividad Física y Deporte, por la tarde. Y cuando llegué
a mi casa por la noche la pasé hablando por teléfono con mi amiga
Lorena.
Tan
bien nos caímos que el fin de semana siguiente quedamos para vernos
en el aeropuerto de Valencia. Y así llegó el viernes 10 de enero.
Nos dimos dos besos y pasamos todo el fin semana de los dos juntos.
Sin quererlo ni desearlo nos hicimos novios.
Cuando
la madrugada del lunes 13 de enero se retornó a Noruega, quedamos en
vernos el fin de semana siguiente. Y así pasé toda la semana
pensando en Lorena y hablando por teléfono con ella. Y así pasamos
juntos otro fin de semana y luego otro y otro hasta que llegamos al
día de San José. Que aquí en Valencia era el día de la cremá de
las fallas.
Cuando
acabaron las fallas, gracias a que encontré un trabajo como monitor
de gimnasia en un gimnasio, nos independizamos. Ella, mi novia,
Lorena, se trasladó desde Noruega hacia aquí a España,
concretamente al pueblo valenciano Cuadros de Arriba que era donde yo
vivía.
Y
pasamos juntos un par de años y nos casamos. Fue la boda
espectacular. Más de 100 invitados. Nos fuimos de luna de miel a
África. Hacíamos el amor todas las noches. Y después de estar
casados dos años mí novia se quedó embarazada.
Fue
un embarazo muy malo. Todos los días mi mujer vomitaba por el
embarazo. Fue horrible lo que nos pasó. Un médico nos dijo que el
feto tenía una malformación y que era probable que el parto fuera
malo y murieran los dos. No sabéis lo que lloró mi mujer. Yo estuve
consolándola hasta el día del parto.
Y
el día del parto pasó lo que yo nunca imaginé. Le hicieron una
cesaría a mi mujer. El parto duró un montón de horas. Cuando nació
el niño, no lloraba. Nació muerto. Y mujer en el parto perdió
tanta sangre que ni con una transfusión podría vivir. También
falleció.
Yo
desesperado por la muerte de mi mujer y de mi hijo me suicidé.
Compré una soga en una tienda de Cuadros de Arriba y en el balcón
de mi casa me ahorqué y fallecí.
FIN