Ponle dos hielos al café,
conviértelo en café del tiempo,
el tiempo que pasó y que no te veo.
Estampa mi reloj contra ese muro,
ya que renuncio a mensurar mi vida,
con ese ritmo tan cruel y tan duro.
No invocaré a los santos,
no llamaré a mi ángel
entre tantos.
Pasearé vestida de promesa,
enjoyada de buenas intenciones,
porque serás seguro tú
quien te las tomes.
Y otra vez ya vestida
y enjoyada,
me reconocerás
de nuevo.
Ana Álvarez
Como pasa el tiempo. Hay que disfrutar l que nos queda de vida!!
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