Falta poco mas de un mes para terminar este año y ya tenemos como objetivo para otro próximo año, el de volver a Madrid para seguir explorando esa gran ciudad.
En esa línea de ir preparando el viaje, en este blog hemos pensado en reescribir el título ¨Viaje a Madrid¨ para recordar la lista de vivencias que tuvimos ocasión de disfrutar en nuestra capital.
El día 21 de mayo de este año fuimos un
grupo de usuarios a Madrid, aprovechando que ese día fue el más económico para
grupos de unos 8 viajeros.
Nos reunimos en una de las puertas de la
Estación Valencia Joaquín Sorolla, y poco después entramos en el tren
Ave con destino Madrid. En el trayecto observamos el fenómeno físico del
pitido en los oídos provocado por la velocidad del tren, ya que alcanzamos los
300 km./hora.
En Madrid cogimos el metro y
bajamos en Sol, la parada de la plaza de la Puerta del Sol. Al subir a
la plaza vimos a un grupo de pro-palestinos que protestaban por la guerra en la
franja de Gaza. Empezamos a realizar las primeras de las muchas fotos en Madrid.
Después andamos
por una calle que hace esquina con la plaza Puerta del Sol, y tras pasar por el
Teatro Real llegamos a los jardines del Palacio Real, donde
escuchamos a un cantante que según nos indicaron lleva años cantando en el
mismo sitio y tiene cierta fama entre los visitantes del lugar. Seguidamente
llegamos al Palacio Real donde tuvimos la oportunidad de ver el cambio de
guardia en la puerta principal del palacio, junto con los turistas que allí se congregaban, y no la desaprovechamos, ya que hasta que no concluyó esta actividad no
abandonamos el lugar.
Nuestro destino siguiente, la Catedral
de Santa María la Real de la Almudena, donde estaban celebrando un acto
religioso que aprovechamos para formar parte de la celebración y ver por dentro
este antiguo y majestuoso monumento. Cuando salimos nos dirigimos hacia el
Puente de Segovia sobre el río Manzanares, que antiguamente era muy utilizado
por los suicidas hasta que uno de ellos se cayo sobre otra persona con fatales
consecuencias y las autoridades madrileñas decidieron tomar medidas, acotando
una parte del puente para evitar accidentes.
Por la calle del mismo nombre que el puente, Calle de Segovia, llegamos a la Calle Mayor, y de allí al Mercado de San Miguel, donde disfrutamos de un ambiente muy saturado, que es el que suele ofrecer a sus visitantes en esos horarios del medio día; además de unos precios nada económicos, que son los que corresponden a un lugar tan céntrico, singular y concurrido como ese. Proseguimos con nuestro itinerario y llegamos a la Plaza Mayor con su famosa estatua de uno de los reyes de la dinastía de los Austrias que dan nombre a esta parte de Madrid conocida como ¨Madrid de los Austrias¨ que recorremos hasta llegar a la antigua valla del Parque del Retiro, espacio que nos sirve para comer: el bocadillo que hemos traído desde Valencia, el típico de calamares a la romana que previamente se ha comprado en algún lugar cercano, o quedar con quien haya preferido disfrutar de alguno de los lugares dedicados a la restauración que se encuentran por la zona y vuelva para reunirse con el grupo.
Vamos a dejarlo aquí, antes de que el cansancio de la caminata empiece a hacer efecto y de esta forma dejamos al margen uno de los pocos aspectos negativos que tiene el viaje: ¨el cansancio¨ que ya empiezan a notar todos los participantes de esta experiencia; porque al fin y al cabo el objetivo de este artículo no es otro que provocar o aumentar la motivación entre los usuarios del CRIS, que este tipo de actividad tan singular precisa para su realización y disfrute.

